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Clichés de vampiros que amo y otros que echaría a la hoguera

Tropo, cliché, trillado… a veces van de la mano y otras se separan fantásticamente. Cada género literario tiene sus pautas, sus normas y, como no, sus clichés, esas repeticiones que a veces nos encantan y otras nos sacan de quicio. En esta entrada nos desplazamos al mundo de las sombras, la oscuridad y los colmillos. En la literatura vampírica hay muchas variaciones. Veamos unas cuantas.

Clichés de vampiros que amo

Vampiro culto: sí a esos vampiros que se visten con elegancia y hablan con propiedad. Más puntos aún si disfruta de la lectura y el arte y tiene una colección digna de enseñar.

Persuasión: la habilidad de controlar la mente del otro me parece apasionante. Tiene muchas posibilidades y da juego en las historias. Les permite enseñar su superioridad.

Pedir permiso para entrar: este es un cliché que está en desuso y me encantaría que volviera. La limitación de no poder entrar a una casa sin ser invitado nivela un poco con los humanos, que tienen un sitio propio desde el que esconderse, planificar, defenderse, lo que necesiten. Además, obliga al vampiro a utilizar el ingenio para ser invitado a la casa que desea.

Nosferatus: me encanta que, además de los vampiros comunes, estén los nosferatus. Esos vampiros que se mueven por las sombras y son más salvajes. Dan un toque de peligrosidad al mundo vampírico.

Clichés de vampiros que echaría a la hoguera

Vampiro chico + Humana chica: parece que es la única combinación posible. ¿No podemos partir de la inversa, o cualquier otra situación? Parece que para que una historia de romance entre vampiros funcione tienen que utilizar siempre esa tensión de «a ver si te chupo la sangre hasta la muerte sin querer». Quiero más variedad, y también vampiros con vampiros. Se puede desarrollar una relación muy interesante, y más contando con la inmortalidad.

Debilidad al ajo: imagínate que eres un ser inmortal, con capacidades inhumanas, que puedes persuadir a otros, saltar, volar convertido en murciélago. Eres el amo de este planeta. A no ser que te acerquen una plantita. Un ajo, señoras y señores. En ese caso, huyes repelido a tu guarida secreta. Ridículo, ¿verdad?

Triángulos amorosos interespecies: no hay cosa que más pereza me dé en los clichés vampíricos que encima se monte un triángulo amoroso al estilo de Vampiro + Humana + Hombre lobo.

No trabajan o estudian: yo entiendo que se centran en la historia y sus personajes, pero de algo hay que vivir, hay que tener una ocupación. Muchas veces echo en falta la integración en el día a día. Dadme un vampiro que trabaje de abogado, de librero, de arquitecto, de barrendero, de dependiente… De lo que sea, pero que se le vea haciendo algo de provecho.

Esto es todo por hoy. Contadme, ¿cuáles son los clichés de vampiros que amáis y cuáles os sacan de quicio?